La Zona Azul Podría Contener El Secreto de Una Vida Larga y Saludable
Es inevitable, todos envejecemos. Es el curso natural de la vida. Mucha gente atribuye a los "buenos genes" la clave para envejecer con gracia. Sin embargo, estudios como el Estudio Danés sobre Gemelos refutan esta idea, estimando que los genes influyen aproximadamente en un 20% en la longevidad de una persona.
Lo que la investigación demuestra es que factores como dormir lo suficiente, hacer ejercicio con regularidad, gestionar el estrés y una buena alimentación son los que realmente contribuyen a una vida plena y saludable. Hay algunos casos en los que la genética sí influye en el envejecimiento. Por ejemplo, tener una mutación genética que puede conducir a un envejecimiento avanzado o a una enfermedad debilitante. Sin embargo, salvo estas anomalías genéticas, el estilo de vida de una persona promedio sigue siendo clave para la longevidad y una vida plena. La buena noticia es que dormir lo suficiente, mantenerse físicamente activo, comer sano y controlar los factores estresantes de la vida es algo que cualquiera puede aprender y poner en práctica.
Envejecer no se trata solo de cuántos cumpleaños has celebrado, sino también de la edad biológica, es decir, la edad física. Seguramente te has encontrado con personas que no aparentan su edad. Quienes llevan un estilo de vida saludable tienden a engañar a la realidad, aparentando menos edad de la que les corresponde. Esto se debe a evitar las toxinas ambientales, hacer ejercicio y una nutrición óptima. La edad biológica se refiere a qué tan bien nos sentimos y qué tan bien funciona nuestro cuerpo.
Dan Buettner escribió un libro titulado "Las Zonas Azules", donde explora las poblaciones más longevas con la esperanza de aprender de su estilo de vida. Esto abarca a personas de Icaria (Grecia), Ogliastra (Cerdeña), Okinawa (Japón), la Península de Nicoya (Costa Rica) y la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Loma Linda, California (EE. UU.). La investigación de Buettner sobre la población de la zona azul revela una tendencia común: la dieta de este grupo demográfico es 95 % vegetal. El plato de la zona azul se compone de verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos y pescado en lugar de carne roja. Además, la población de la zona azul sigue la regla del 80%, que implica dejar de comer cuando se siente 80% lleno. Muchos de nosotros aprendimos de nuestros padres a terminar nuestros platos. Si bien las intenciones de nuestros padres eran bien intencionadas, las investigaciones actuales demuestran que detenerse a comer cuando se siente 80% lleno debería ser lo que practiquemos y transmitamos a las futuras generaciones. Otra práctica que sigue la población de la zona azul es comer su última comida temprano, la cual es la más pequeña de todas las comidas diarias. En Okinawa, el concepto de la regla del 80% proviene de la enseñanza confuciana de "Hara hachi bu". Junto con una dieta rica en plantas y un bajo consumo de carne roja, la población de la zona azul practica una higiene de sueño adecuada, ejercicio y manejo del estrés a través de la religión o prácticas espirituales, teniendo un "propósito en la vida" y la convivencia multigeneracional. La dieta de la zona azul mantiene el consumo de alcohol al mínimo o, en el caso de los adventistas del séptimo día, se abstienen por completo de beber alcohol. Existen innumerables estudios que presentan mensajes contradictorios sobre el consumo de bebidas alcohólicas, incluso con moderación. De hecho, el estudio más reciente incluso sugiere que "el consumo moderado conlleva riesgos para la salud."
Controlar el estrés o "reducir la velocidad" es una práctica común en las zonas azules. Para algunos, esto implica meditar u orar, lo que permite a la persona relajarse y no dejar que el estrés domine su mente.
La cultura de las zonas azules acoge la participación de los abuelos en el cuidado de sus nietos, lo que parece contribuir a su longevidad y resolución. Este ejemplo se relaciona con otro atributo de la filosofía de las zonas azules: la noción de "los seres queridos primero."
Otro tema recurrente en esta población es tener un propósito en la vida. Tener un propósito tiene un profundo impacto en la longevidad y la calidad de vida. Dan Buettner ha investigado los hábitos y dietas de las personas de las zonas azules durante más de dos décadas. Con esta exploración, descubrió muchos secretos culinarios que ha revelado en su libro "La cocina de las zonas azules". Encontré un consejo interesante para cocinar con aceite de oliva. Muchas familias utilizan el aceite de oliva virgen extra como ingrediente básico como opción de cocina saludable. Sin embargo, un consejo de "The Blue Zones Kitchen" recomienda no freír los alimentos en este delicioso aceite sino añadir un chorrito de aceite de oliva al terminar de cocinar para aprovechar todos sus beneficios. Puedes elegir alternativas más saludables para cocinar. Por ejemplo, si te encanta el sabor de los frijoles refritos, en lugar de usar manteca, puedes usar un poco de aceite de aguacate para sofreír una cebolla, luego agregar frijoles pintos y machacarlos. Este método de cocción hace que los frijoles refritos sean igual de sabrosos, pero es una opción más saludable. Otro consejo saludable es elegir frijoles de olla en lugar de frijoles refritos. También puedes rociarlos con un chorrito de aceite de oliva y salsa para preparar un plato típico de la zona azul.
Explorar otras culturas donde prosperan las personas mayores nos permite destacar y adaptarnos a cambios en el estilo de vida que pueden contribuir a nuestra longevidad. Al comenzar un nuevo plan nutricional, siempre es recomendable consultar con el médico para asegurarse de que estos cambios también nos beneficien